Posturología, mi boleto para la calidad de vida.

Sí me hubieran dicho que mi problema de cadera, los dolores de cabeza y el déficit de atención los podía curar yendo al optometrista y al dentista nunca lo hubiera creído.



Conocí la terapia postural casi por casualidad. Mi sobrino tenía problemas de lectura (cambiaba la b por la d, la p por la q y se saltaba líneas al leer), mi hermana comenzó a buscar en la red información al respecto y descubrió que el problema de mi sobrino quizá era por falta de anteojos, sin embargo, no se referían a los lentes de aumento que conocemos habitualmente, sino a los prismas activos. Después de acompañar a mi hermana a la clínica quedé muy interesada por el tratamiento y solicité una consulta para mí.

La primera consulta

Mi primera consulta fue por demás curiosa, primero me preguntó el doctor mis padecimientos y mis tratamientos actuales, en ese entonces usaba lentes de aumento por miopía e hipermetropía, me atendía una dentista por bruxismo (presión en la mandíbula al dormir), y estaba un poco cansada de ortopedistas y acupunturistas que no me quitaban los dolores de pierna y cadera que eran casi permanentes y que no me permitían estar sentada ni parada, ni mucho menos dormir. Inmediatamente el doctor me preguntó si mi dentista atendía mi postura, mi respuesta automática fue “no”, pero en mi cabeza simplemente no entendía la relación entre mi dentista y mi postura.

Comenzó la revisión física, sin duda cuando vas al optometrista no esperas que te digan “por favor, recuéstaste”, o sea ¿qué no ya pones tus ojos en unas máquinas modernas y hasta reconocen qué problema de visión tienes? pensé, mas me recosté, tal y como me indicó el doctor. Estiró mis piernas, inclinó mis pies, revisó mis rodillas “gira tu cabeza a la izquierda” “ahora a la derecha” “ahora solo mueve tu lengua a la izquierda” “ahora a la derecha, yo seguía todas las indicaciones sin comprender nada.

Ahora bájate de la camilla, vas a colocar tu lengua detrás de tus dientes y vas a caminar ¡Fue increíble! Solo por hacer eso se me quitó un peso que cargaba desde hace años en el cuerpo.

Entonces, el doctor me explicó que mi tratamiento sería con los prismas activos, en conjunto con lo que las dentistas del equipo me recomendaran, tomó un libro y me explicó que es lo que había revisado y cómo funciona la terapia postural.

Y entonces ¿qué es la posturología?

Como podemos intuir, es la especialidad que se encarga de estudiar y mejorar la postura, sin embargo, lo hace desde un enfoque interdisciplinar, en el que intervienen, podólogos, fisioterapeutas, odontólogos y optometristas, entre otros.

Primero se hace un análisis de la alineación del sistema óseo, después del equilibrio de la fuerza muscular, se revisa la flexibilidad, y que la información sensorial que recibimos llegue al cerebro de forma adecuada.

Uno de los primeros conceptos que tuve que comprender fue el de propiocepción, esto es, la conciencia que tenemos de nuestro propio cuerpo en el espacio. Esta información la obtenemos a través de la vista, el oído, la mandíbula, pero también de los tendones, músculos y articulaciones. Por ello, si alguno de estos elementos de reconocimiento falla, nuestra propiocepción se ve afectada, y, en consecuencia, afecta a los otros componentes del sistema.

Es por ello que el tratamiento es interdisciplinario, atendiendo el origen de la falla en la propiocepción, que en cada cuerpo es distinto.

A un año de terapia

Hoy en día llevo un año y tres meses con el tratamiento conjunto entre dentistas y optometrista (es lo que mi caso particular requiere), y mi vida en verdad es otra. Desapareció totalmente el dolor de cadera, y por lo tanto puedo hace actividades que había abandonado. También despareció el dolor de cabeza, y mi vista se cansa mucho menos gracias a los prismas. Mi atención a mejorado considerablemente (ahora puedo leer de corrido, antes no) ¡Hasta mi caligrafía mejoró! Y, sobre todo, mis noches vuelven a ser tranquilas gracias a que el malestar se ha ido, con ello ha aumentado también mi calidad de vida, lo cual, es inigualable.

Sin duda, tratarme con la terapia postural ha sido la mejor decisión y es la mejor inversión de mi vida.

posturología
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Diferencia de caligrafía utilizando los lentes con prismas activos.

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