¿Pelos de tu mascota por toda la casa?

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Que a los perros se les cae el pelo en algunas épocas del año es sabido, al igual que a otros animales.

El caso acá es que mi perro larga muchos pelos. Él es un labrador rubio de 5 años casi 6, que llegó a casa de la mano de mis hijos cuando tenía apenas 40 días de vida. Su nombre es Jack, nombre que eligió mi hijo más grande en honor al whisky.

Los primeros 12 meses de Jack no había ni un solo pelo suyo en mi casa. Ni en la ropa, ni en el piso, en ningún lado había pelos. Los restantes 4 o 5 años ese tema pasó a ser uno de los más importantes en mi hogar.

La limpieza diaria no podía acabar con todos los pelos que largaba mi mascota. Ni pasando la escoba tres, cuatro o cinco veces al día podía deshacerme de ellos.

Desde octubre y hasta marzo/abril del año siguiente estábamos invadidos por criaturas pequeñas, delgadas, rubias, que se adherían en todos los objetos y muebles a su paso.

Me pasé protestando al mismo tiempo que siempre estaba buscando alguna solución, algo nuevo. Mi mente creía que solamente a mí me estaba sucediendo aquello, que las demás personas tenían perros a los que no se les caía el pelo, o que existiría algo mágico para juntarlos todos de una vez y para siempre.

Luego de 5 años casi 6 parece que di con la fórmula precisa. No puedo afirmar que no haya pelos en mis pisos, pero sí que son muchísimos menos. Tampoco puedo asegurarte que te dará el 100% de resultado, pero sí podes intentar este método y probar al menos. Estoy segura qué te servirá.

Barredora
Barredora

La primera solución. Buscando el Internet descubrí que existe algo llamado «barredora». Es una mezcla entre escoba y aspiradora. Es manual, no eléctrica, y está compuesta por una base semi cuadrada (creo que las hay redondas también) que tiene 2 cepillos circulares que son los encargados de juntar pelos, migas, basura en general, y arrastrarlos hacia un rodillo que está más en el centro y que se encarga de mandar hacia adentro toda esta basura.

El aparato posee un mango largo como una escoba y tiene incorporada a la base una cajita tapada que viene a hacer el papel de la «pala» donde se almacenan los deshechos.

Lo haces andar como si estuvieras pasando una aspiradora, pero sin ruido en este caso. Te conviene vaciar la caja y limpiar la barredora cada tantos usos ya que los cepillos y principalmente el rodillo se llenan de pelusas.

La segunda solución que complementa este anterior trabajo es el cepillado de la mascota. Un cepillado largo y que sea divertido así podemos realizarlo mejor. Me di cuenta que si lo hago después de bañarlo cuando aún está un poco húmedo, es mejor.

De este modo los pelos no vuelan tanto por el aire sino que se quedan fácilmente enganchados en el cepillo o peine que le pasas al animal, o sea que es más efectivo y más higiénico cuando el pichicho está un poco mojado.

En verano el baño en mi mascota es algo corriente, por lo cual podré repetir la rutina de asearlo, cepillarlo y quitarle esos pelos de más, una vez a la semana.

En el invierno cuando hace frío para mojarlo tan seguido, por suerte es cuando no pierde pelos.

¡Ponelo en práctica!. Yo noté resultados en la primera semana, y actualmente voy por la tercera repitiendo este ritual con excelentes resultados.

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