Visitando las playas de Uruguay

Playas-de-Uruguay

Un lugar en el mundo

Seguro sabés que Uruguay tiene mucho fútbol. Y seguro sabés que tiene carnavales, murgas y candombe que en el mes de febrero brillan en desfiles y en las tradicionales “llamadas”. También te contaron que la gente allí toma mate y caminan por las calles del centro de Montevideo con sus termos bajo el brazo. Una tonada amigable y una interminable paz que tientan a la charla amena.



¿Pero sabías que posee playas únicas de arenas blancas y atardeceres rojos? Playas eternas con médanos… Playas con caracolas y piedras… Playas de aguas verdes, olas y espuma, y otras veces playas de un sereno y silencioso mar… Playas de ríos y playas de mares.

Uruguay tiene esas cosas lindas. Te preparás unos mates, comprás unos bizcochos, tomás la carretera hacia el este y vas a ver como van apareciendo entre cerros y aguas, sitios únicos. Algunos pequeños y acogedores… otros imponentes, vanguardistas, de moda.

Cuando pases por Portezuelo no olvides bajarte del auto, serán las mejores tomas fotográficas que lograrás durante tu estadía. Estos paisajes te invitan a quedarte. Casas de estilo Mediterráneo, blancas y con flores. Insolentes y elegantes con sus balcones miran hacia la costa.

Playa-arena
Playa-arena

Llegás a Maldonado y es indiscutible que te quedes unos días. Piriápolis tranquilo se va asomando entre los cerros. Sus balnearios hablan por sí solos… Extensas arenas, pescadores que llegan en sus barcazas, ambiente familiar, restaurantes, casas bajas y el gran Hotel Argentino sobre la rambla sugieren que éste es el momento de hacer una pausa en el camino. Si deseas desconectar por un rato de las obligaciones no dudes en elegirlo.

Quizás preferís estar al tanto de la movida, quizás te apetece la vida social, los casinos y hoteles 5 estrellas. Entonces a media hora de allí encontramos un tesoro que tiene todo lo que hay que tener para pasarlo bien.

Punta del Este vive en esa península que es ruidosa de día y de noche, vive entre autos, música, surfistas… vive entre turistas, veleros y artistas. Punta del Este tiene glamour y estilo, te hospeda en hoteles de nivel internacional y te ofrece locales de comida gourmet. Aquí no te aburrirás. La ciudad trabaja todo el año para turistas del mundo entero, conoce los sabores que más gustan, ostenta casinos, tiene un hermoso puerto repleto de veleros, organiza eventos sociales y, los desfiles de moda y los conciertos musicales, son cosa corriente.

La Paloma más alejada te espera rodeada de bosques para darte un chapuzón en ese océano bravo y más tarde te brindará la más genuina calma con la llegada de la noche. Si preferís camping, tienen muchos.

Casi llegando al límite, Cabo Polonio nos hace un guiño. Médanos, más médanos y muchos otros más nos separan del agua y el sol. Detrás de ellos se encuentra virgen y solitario todavía, uno de los paisajes más naturales que puedas ver. El Cabo es artesanía y austeridad, el Cabo es paz. Los pescadores y artesanos son casi los únicos habitantes. Y son pocos los visitantes que llegan.

Si buscas sol, arenas blancas, lugar para relax y familia, apuesto que tomamos la ruta correcta. Ahora sólo tenés que decidir en cuál te quedas… Yo sigo eligiendo desde siempre Piroápolis.

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