Cuántos de nosotros no hemos oído decir que somos privilegiados por vivir en una época de adelantos tecnológicos y donde la información se transmite de forma instantánea y donde cualquiera puede dar su opinión.
Sin embargo, ¿Qué tan importante es la opinión individual?, sobre todo cuando esta tiene mucha influencia sobre las personas.
Vivimos en una época donde nos empoderamos en la oscuridad de un rincón llamado anonimato y donde una opinión sin rostro tiene una influencia poderosa.
Pero, ¿Qué tan positivo o negativo es dar una opinión? donde todas las personas nos consideramos críticos expertos, y decimos a los demás cómo actuar, cómo vestir, qué decir, hasta lo que deben pensar.
Somos aquellos que criticamos actos de rapiña como el de combustibles de una toma clandestina fallida y donde cientos de personas con necesidad querían aprovechar porque su vida no es la mejor, y su ignorancia los hizo actuar de forma imprudente y arriesgada; somos quiénes también nos burlamos de la desgracia ajena de las personas haciendo “memes” y criticando los actos de los demás.
Así que nos damos cuenta que las opiniones del colectivo no son la mejor forma de tomar decisiones importantes, por eso es que tenemos que obtener una habilidad llamada “juicio”.
Nuestra mente absorbe información constante de todas fuentes; pero tenemos la habilidad de analizar la información y descartar toda la información “basura” y dejar solo el vital “conocimiento útil” para entonces formar una opinión sana, consciente y educada.
Eso hará que dejemos de opinar contenido “basura” que solo nos deja un sabor amargo de conciencia y que tan dañino es para el colectivo del ciberespacio, porque ahora, más que nunca, una opinión llega a más personas.
Todos estamos en la libertad de pensar lo que queramos, ya lo dice un libro antiguo a veces las palabras llegan a ser “estocadas de espada” así que es posible lastimar a otros con estas palabras.
Las agresiones verbales son considerados una forma de violencia grave, son considerados tan fuertes como los golpes, y llevan a las personas incluso al suicidio en algunas ocasiones, y no obstante no hay una forma de lograr callar las voces de miles de personas anónimas que opinan de todo creyendo que su opinión es tan valiosa que debe ser leída y compartida.
Esto es una invitación cordial a pensar antes de anotar en comentarios en videos, en fotografías, en historias y en cualquier cosa.
Seamos prudentes a la hora de opinar. Existe tanto que desconocemos que ya lo dijo Sócrates “solo sé, que no sé nada” una forma interesante de ver la vida, no somos dueños de la verdad soló simples espectadores ocasionales de ella; una verdad muy nuestra y muy distorsionada de la vida, somos como esos ciegos que tocan a este enorme animal y cada uno lo describe desde su perspectiva una idea equivocada de lo que sería este animal.
Las opiniones son personales, son tesoros de nuestras vivencias seamos sabios a la hora de regalar estos tesoros a las personas indicadas.
educarlo primero es lo importante despues biene los estudios entenderlo muy bien asi sera un niño vastante inteligente
Muy educativo
Muy buen articulo!