Estas fueron las palabras pronunciadas por la actriz ganadora del Oscar en su reciente visita a tierras peruanas, donde tuvo un acercamiento con los venezolanos refugiados en un albergue ubicado en el distrito de San Juan de Lurigancho en la Provincia de Lima y en otro albergue ubicado en la Provincia de Tumbes. Su visita, corta pero precisa, estuvo enfocada en escuchar los relatos y experiencias de cada una de las personas que habitan actualmente dichos albergues, con la finalidad de llevar un mensaje de solidaridad al mundo así como al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) por la que fue como representante.
La actriz posteriormente se reunió con el Presidente de la Nación, Martín Vizcarra, con quién abordó diferentes tópicos concernientes a la crisis migratoria venezolana. No obstante, la actriz en la rueda de prensa ofrecida a los medios, expuso muy preocupada sus conclusiones después de su experiencia en el país, en donde se destacan las siguientes declaraciones:
“La región está afrontando una de las migraciones más grandes de su historia”, enfatizó, ya que los venezolanos expusieron que la situación del país está tan grave que no les ha importado salir de este caminando y sin pasaportes, con la finalidad de mejorar su calidad de vida y la de sus familiares.
“Todos los venezolanos que conocí describieron la situación de su país como desesperante. Escuché historias de gente muriendo por falta de atención médica y medicinas. Pacientes con cáncer que no pueden someterse a quimioterapias o enfermos de diabetes que no tienen acceso a la insulina”, recalcó, ya que a través de las redes sociales se han viralizado las protestas que han ocurrido en los diversos sectores productivos del territorio venezolano y en dónde el Gobierno Nacional ha arremetido contra aquellos que han buscado ser escuchados resaltando las condiciones deplorables en las que se encuentran los hospitales, escuelas, entre otros.
“Conocí a un hombre que solo hace dos meses era abogado en Venezuela, un hombre profesional, pero ahora está muy agradecido de tener un pequeño trabajo en un taller textil. Con ello, puede ganar unos dólares para enviar a su casa para que sus hijos no mueran de hambre”, destacó ya que actualmente la gran cantidad de venezolanos emigrantes se ha tenido que dedicar a oficios diversos que difieren de sus profesiones para poder enviar el dinero que tanto necesitan en sus hogares en Venezuela para poder sobrevivir el día a día, con la hiperinflación que actualmente azota al país.
Así mismo, la actriz expuso que los venezolanos no han llegado al país en busca de caridades sino de oportunidades; oportunidades que los lleven a ganar unos dólares para, de esa forma, ayudar a sus familias que se quedaron atrás o para posteriormente reunirse con ellos, ya que este ha sido el caso de muchos padres de familia que han dejado a sus hijos para buscarles un mejor porvenir, así como también el de muchos jóvenes que han dejado sus estudios para salir al mundo a ganarse la vida en tierras desconocidas y que luchan día a día por sacar a sus familias de la situación nefasta en la vive Venezuela.